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Foto del escritorHadde Vasquez

Histórico acuerdo entre Italia y Albania para la protección de inmigrantes

En un hito sin precedentes, Italia y Albania han firmado un acuerdo destinado a la protección de inmigrantes, marcando un cambio significativo en la política migratoria de la región. El pacto, anunciado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su homólogo albanés, Edi Rama, en el Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno, ha generado sorpresa generalizada.


Fuente: ABC


El acuerdo contempla la creación de dos centros en Gjader, ubicados a una veintena de kilómetros del puerto, que concentrará a más de 36,000 personas al año rescatadas en el Mediterráneo. Estos centros seguirán un modelo basado en los Centros de Permanencia para Repatriados (CPR) para gestionar procedimientos posteriores y podrán albergar hasta 3,000 personas al mes, con un límite máximo de 39,000 al año. Es importante destacar que únicamente hombres y adultos serán trasladados a Albania, mientras que niños, mujeres y personas vulnerables permanecerán en barcos italianos que los llevarán a Italia.


A pesar de la importancia del acuerdo, ha generado críticas de la oposición, que ha expresado preocupaciones sobre la gestión y apertura de los centros en Albania, comparándolos con el centro de detención estadounidense en Guantánamo, Cuba. Sin embargo, el documento firmado entre Italia y Albania establece tres objetivos fundamentales: combatir el tráfico ilegal de seres humanos, prevenir flujos irregulares de inmigrantes y brindar acogida a aquellos que tienen derecho a protección internacional.


El pacto también tiene implicaciones políticas, ya que Albania busca ingresar a la Unión Europea con el respaldo del Gobierno italiano. Este acuerdo, gestado discretamente en agosto pasado durante unas vacaciones de la primera ministra en Albania, representa un compromiso conjunto para abordar los desafíos migratorios y buscar soluciones humanitarias y efectivas. Cabe mencionar que, previamente, los alcaldes italianos habían expresado su oposición a la decisión de crear centros de detención en cada una de las veinte regiones italianas, lo que llevó a la colaboración con Albania para encontrar una solución más amplia y coordinada.


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